Honda CB 1000 R 2019 vs. Kawasaki Z1000 2015

Honda CB 1000 R 2019

Kawasaki Z1000 2015
Visión general - Honda CB 1000 R 2019 vs Kawasaki Z1000 2015

Honda CB 1000 R 2019

Kawasaki Z1000 2015
Especificaciones técnicas Honda CB 1000 R 2019 en comparación con Kawasaki Z1000 2015
Comparación de ventajas e inconvenientes
Comparación de ventajas e inconvenientes
Honda CB 1000 R 2019

La versión de 1 litro de la Neo Sport Cafe Racer demuestra que no siempre tiene que ser la media naranja. Para ser sinceros, hay que decir que la mayor de todas las representantes también se siente la más "adulta". El equipamiento electrónico de la 1000cc en la versión + no deja casi nada que desear y el manejo es extremadamente agradable para el piloto de esta clase. Un fácil paso por curva con un chasis bien afinado, unos frenos ágiles y un peso reducido parecen ser la receta del éxito para esta suave conducción. Desafortunadamente, la CB1000R+ tiene que hacer concesiones en términos de rendimiento: con 145 CV, la Honda no es un cohete bruto, pero es tanto más controlable. Y 145 CV con un depósito lleno de 213 kg es más que suficiente para disfrutar al máximo de la conducción en carreteras comarcales.
Kawasaki Z1000 2015

La Kawasaki Z1000 (2014) es una declaración contra la tendencia electrónica de su tiempo, y eso es exactamente lo que la hace especial hoy en día. Su característico motor de cuatro cilindros, su mecánica directa y su enfoque sin concesiones en lo esencial tocan la fibra sensible en una época en la que muchas motos se han convertido en ordenadores rodantes. Sí, prescinde de los modernos sistemas de asistencia y de una perfecta protección contra el viento. Pero ofrece una auténtica experiencia de conducción naked, combinada con la fiabilidad japonesa y unos costes de mantenimiento razonables. La Z1000 no es una máquina para adictos a las hojas de datos o fanáticos de la electrónica - es una moto para gente que todavía quiere tomar sus propias decisiones cuando conduce. Una moto honesta y con carácter que sigue inspirando incluso después de años y que cumple con creces su papel de alternativa emocional a la era moderna digital.