Yuasa demuestra cómo prevenir problemas

Una batería de motocicleta no es simplemente un almacén de energía, sino una pequeña central química. Y como todo sistema químico, es sensible a la temperatura. Con el calor del verano, los procesos electroquímicos se aceleran. A corto plazo, esto puede ser positivo, ya que la batería ofrece más potencia. Sin embargo, a largo plazo, esto lleva a un proceso de envejecimiento más rápido. Las consecuencias exactas son:

• Pérdida de agua aumentada en baterías de plomo-ácido clásicas.
• Hinchazón y emisión de gases en baterías AGM y Gel debido al sobrecalentamiento.
• Descarga automática más rápida, cuando la moto permanece inactiva por períodos prolongados.

Los efectos no se perciben de inmediato. Solo cuando la moto arranca con dificultad, el voltaje del sistema cae o la batería muestra signos visibles de "esfuerzo", como un contenedor deformado, queda claro que el verano demanda un precio.

El calor no es un problema durante la conducción en sí, sino en los momentos "entre". Las motocicletas que a menudo se quedan al aire libre en verano están doblemente afectadas. Los asientos oscuros aumentan aún más la temperatura ambiente, y debajo del asiento, la temperatura puede llegar a ser tan alta como en un horno. Incluso las baterías de alta calidad pierden así vida útil mes a mes.

Además, muchos motociclistas aprovechan la temporada para trayectos cortos. Los recorridos cortos o los paseos después del trabajo rara vez ofrecen a la dinamo la oportunidad de cargar completamente la batería. Combinado con el calor y la electrónica adicional, como dispositivos de navegación, puños calefactables a principios de otoño y puertos de carga USB, se crea un déficit energético que eventualmente culmina en un suave "clic" al intentar arrancar.

Lo bueno es que el estrés veraniego para la batería se puede evitar si se siguen unas simples reglas. Medir regularmente la tensión ayuda a mantener un control sobre el estado de carga. Cargadores modernos como el Yuasa YCX1.5 Smart Charger operan automáticamente en seis fases de carga, ajustando la tensión y la corriente para evitar la sobrecarga. Un chequeo rápido de la batería también debería formar parte de cada inspección en el taller, preferiblemente con un informe. Así es posible detectar fallos potenciales antes de que el cliente quede varado. Y quien pueda aparcar la moto a la sombra o emplear medidas adicionales de protección contra el calor, alivia aún más la batería.

El Yuasa YCX1.5 es un ejemplo de cómo integrar el mantenimiento de la batería en la rutina diaria. Es apto para todas las baterías de plomo-ácido comunes, incluidas AGM y Gel, y funciona de manera completamente automática. Además del cuidado clásico de verano, juega un papel secundario en invierno: como cargador de mantenimiento, mantiene la batería constantemente en un nivel óptimo sin intervención manual. Para los talleres, esto significa menos quejas y una recomendación clara para los clientes que esperan tener una motocicleta lista para usar sin importar la temporada.

La batería es una de las piezas de desgaste más subestimadas en la motocicleta. Especialmente en verano, las exigencias son altas, aunque no espectaculares, pero sí constantes. Quien revisa a tiempo, carga regularmente y utiliza cargadores modernos, se ahorra la molestia de una falla inesperada.

Dicho de otra manera: con el cuidado adecuado de la batería, en verano solo suda el piloto, no la parte eléctrica. Encontrarás información sobre los productos en el sitio oficial de Yuasa.