Suzuki se adentra en la categoría retro de media cilindrada con la GSX-8T, haciendo un guiño deliberado a las formas del pasado. Las 8T y 8TT incorporan elementos de diseño de la legendaria T500 Titan. Destaca especialmente: el faro LED redondo con borde inferior aplanado, una reminiscencia visual y un hito técnico. Según Suzuki, es el faro más brillante que han instalado, con una impresionante iluminación de luces largas, notablemente más potente que en la 8S.
La GSX-8TT (que no tiene relación con las famosas carreras en la isla del canal, sino que significa Timeless Titen) se presenta con un carenado tipo bikini deportivo, parabrisas integrado con entrada de aire y alerones insinuados en la máscara de la lámpara. La protección contra el viento llega hasta el pecho. El asiento también parece más integrado, más bajo, con un ángulo de rodilla más agudo, reduciendo la altura del asiento a 810 mm. Los intermitentes LED también funcionan como luces de posición. Ambas variantes destacan por sus detalles de alta calidad: los primeros espejos en los extremos del manillar en una Suzuki, tapas de motor en negro mate, emblema 3D en forma de bola de billar con el número "8" y embellecedor de aluminio en el silenciador. El asiento estructurado tipo tuck-and-roll ofrece más comodidad para personas altas y es exclusivo de la T.
La estética de las nuevas Suzuki ha conquistado mi corazón gracias a la exitosa combinación de elementos clásicos y modernos: el elegante pliegue en el tanque, la calidad del nuevo logotipo de Suzuki y las armoniosas pinturas, todo realmente de primera. Sin embargo, hay un inconveniente. El voluminoso soporte de matrícula con luz trasera integrada parece desproporcionado, demasiado largo, demasiado plástico, demasiado genérico; esperemos que pronto el programa de accesorios ofrezca una solución.